Gracias a la actividad formativa, Descubriendo, hemos tenido el placer de hablar y acercarnos al Arte de la mano de Paco Mantecón. Quien desde sus inicios, con su abuelo animándolo a pintar y regalándole su primer maletín de pintura, hasta hoy, siendo el director del Museo de Alcalá de Guadaíra, disfruta de una vida plagada de arte.
Aunque estuvo próximo a estudiar medicina, fue una de sus profesoras quién le empujó a estudiar artes. En sus palabras: “uno no puede elegir una profesión en base al prestigio que le va a dar. Uno debe estar en un lugar donde sabe que cada día va a ser feliz”. A su manera de ver, el arte y la cultura también curan. Ha expuesto multitud de obras tanto en exposiciones individuales como en colectivas. La primera de ellas, compuesta por unos veinte cuadros, fue en el año 1987 con el título Sonámbulos.
Paco habla de la pintura como se puede hablar de una amiga o casi una amante; «hace muchos años que nos conocemos, muchos años que nos tiramos los tejos. No dejamos de conocernos y de tener trato». Para Paco el arte se hace desde una posición de libertad con la que puedes crear cualquier cosa, en su caso, a través de la pintura.
Precisamente al ser artista descubrió la importancia del patrimonio cultural y por ello no le pesa restar tiempo de dedicación a la pintura para poder cuidar y acercar el arte al resto del mundo. Cuando se creó la Delegación de Patrimonio Histórico Artístico en 1995, comenzó su camino como director del museo de la ciudad. Paco Mantecón explica su papel en el oficio como mediador entre el patrimonio y el ciudadano. El papel de mediación es una labor muy importante que debe hacer un museo. Podemos poner como ejemplo la exposición ‘TIEMPO DE PAISAJES. Pintores de la Escuela de Alcalá de Guadaíra, 1850-1950’ que de estar en manos de particulares puede ser visitada por todos los ciudadanos. En este sentido, Mantecón considera que, el patrimonio cultural no deja de ser una posesión del pueblo y debe ser asequible a la ciudadanía.
Actualmente el museo lleva unos 18 años abierto. La población alcalareña lo ha ido aceptando y acogiendo creando del museo una actividad de cultura y ocio. El museo no solo ha abierto sus puertas a los habitantes de Alcalá de Guadaíra sino que cada vez son más las personas de fuera que disfrutan de las exposiciones que se encuentran en su interior.
Redacción: Marta Gómez-Anaís Cabello
